La obsolescencia programada es la planificación del fin de la vida util de un dispositivo tecnológico desde su fabricación. Este vil método, usado desde los años 20’s por empresas como Ford, ha sido crucial para el crecimiento de enormes corporaciones. Aparte de impactar fuertemente a la economía de todos los consumidores, el desecho de tecnología daña el medio ambiente de manera irreversible.
Algunas de las estrategias más comunes para hacer obsoletos nuestros aparatos son:
1. Lanzamiento de nuevas versiones en lapsos muy cortos
Es muy común que cada año salga una versión más nueva o “mejorada” de cada producto. Genera más dinero para las empresas que un usuario compre un dispositivos cada uno o dos años que hacer aparatos que duren 10.
2. Actualizaciones del sistema operativo.
Poner el sistema operativo más nuevo a un celular o una computadora que no son tan nuevos, hace que se force el hardware y el rendimiento sea mucho peor que antes de hacer la actualización.
3. Fragilidad
A todos se nos caen las cosas de las manos. Si esto fuera una preocupación mayor para las corporaciones, habría mucho menos celulares con las pantallas estrelladas. El tener un celular roto genera muchas más ganas de comprar el nuevo.
4. Sobrecalentamiento
Muchos diseñadores de productos deciden poner los capacitores más sensibles al calor, junto a las áreas que se calientan más del circuito junto a los disipadores. El usuario promedio normalmente no se pregunta cómo están armados los circuitos de sus aparatos.
5. Imposible cambiar partes dañadas
Apple usa tornillos especiales llamados “pentalobulares”
6. Tiempo de vida limitado de las baterías
7. Características omitidas